Este concepto nació en Estados Unidos hace más de 30 años y, desde hace unos pocos, se ha convertido en una de las técnicas de marketing inmobiliario más utilizadas en Europa. El decorador busca que los futuros compradores de una casa se enamoren de ella al visitarla, aumentando así las posibilidades de venta o alquiler.
Despersonalizar, despejar, limpiar, reparar, reorganizar y armonizar los espacios son las claves para realzar tu vivienda, conseguir muchas más visitas y que tus potenciales compradores se imaginen a si mismos viviendo en tu casa.
1. Te visitamos y hablamos. Después de visitar la vivienda y tomar fotografías valoraremos los espacios y su potencial aprovechando los recursos disponibles y reduciendo al mínimo la inversión.
2. Propuesta de acciones. Nos reuniremos contigo para presentarte nuestras ideas para maximizar el valor de la casa y tomar decisiones. Redistribuiremos los espacios y jugaremos con telas, pintura, muebles y todo tipo de elementos decorativos para dar forma a tu hogar.
3. Ejecución y entrega. Una vez aprobada la propuesta comenzaremos con la puesta en escena y se realizarán pequeñas reparaciones si fuese necesario. Como home stagers nos encargamos de todo el proceso, desde las compras hasta el montaje, para que no te preocupes de nada.
